Inicio

Inicio

Categorías de blog

Categorías de blog

En amplias y esperanzadoras perspectivas, así miramos a China

En: Actualidad Sobre: Comentario: 0 Pegar: 73

China en Perspectivas es una continuidad del libro «China hacia la Modernización Integral Socialista. Una perspectiva desde Cuba» -este texto, también fue publicado en coedición entre el CIPI y RUTH Casa Editorial-. En ambos textos, están presentes las mismas variables de análisis de la dinámica compleja del país, es decir, se examinan la evolución económica, política, social, tecnológica, matriz energética, medioambiental, seguridad y mediática 

«China es un tema sumamente recurrente entre los más diversos estadistas, analistas y académicos».

 

Probablemente usted, amigo lector, coincida con nosotros en que no existe un debate serio de geopolítica en la actualidad en el que, de algún modo, no se tenga en cuenta a China.

Lo cierto es que, de manera gradual, inteligente, y muy efectiva, el gigante asiático ha logrado ocupar un espacio, reservado durante mucho tiempo a las grandes potencias occidentales, pero con una diferencia, su política y proyección internacional, no responden a intereses hegemónicos, sino al impulso del desarrollo sostenible, la soberanía económica y tecnológica, así como la participación activa en la promulgación de políticas internacionales más justas, inclusivas y de colaboración.

Precisamente a las interioridades de ese país, a las claves de su éxito, nos acerca el libro que les presentamos hoy, China en Perspectivas, una coedición entre el Centro de Investigaciones de Política Internacional (CIPI) y RUTH Casa Editorial. Con uno de sus coordinadores, Eduardo Regalado Florido, conversamos, en exclusiva para nuestro Blog. Recuerde que este libro está disponible en https://ruthtienda.com/inicio/1537-china-en-perspectivas.html.

 

- China en perspectivas es el segundo libro que coordinan acerca del gigante asiático, el primero fue China: Hacia la modernización integral. Una perspectiva desde Cuba. ¿Qué puntos de contacto hay entre ambos textos?

China en Perspectivas es una continuidad del libro «China hacia la Modernización Integral Socialista. Una perspectiva desde Cuba» -este texto, también fue publicado en coedición entre el CIPI y RUTH Casa Editorial-. En ambos textos, están presentes las mismas variables de análisis de la dinámica compleja del país, es decir, se examinan la evolución económica, política, social, tecnológica, matriz energética, medioambiental, seguridad y mediática del país. Además, los dos libros se caracterizan por un análisis balanceado, en el que aparecen las principales, potencialidades y retos que enfrenta la nación para cumplir su objetivo programático.

Sin embargo, el libro China en perspectivas, tomando las mismas variables que su antecesor, se centra en la construcción de diferentes escenarios temporales, por lo que se hacen la proyección en el corto, mediano y largo plazo, lo que permite observar la ruta crítica y las etapas de la construcción de una modernización socialista integral. Si en el primer texto, el análisis se centró en un diagnóstico de la China actual, en el segundo se centra en los diferentes escenarios y etapas de China en su transitar para cumplir su propósito de convertirse en un país moderno de manera integral y socialista a mediados de este siglo.

 

¿Por qué resulta tan necesario, desde su apreciación, hablar de China?

China es un tema sumamente recurrente entre los más diversos estadistas, analistas y académicos por varias razones. Primero, el país se ha convertido en un gran referente del crecimiento y el desarrollo para los diferentes países, a partir de que su dinamismo económico y social ha sido catalogado como la más grande revolución económica en la historia de la humanidad, ya que nunca un colectivo tan grande de población ha experimentado un cambio tan intenso en sus condiciones económicas de vida en un período de tiempo tan corto.

Además, la veloz y profunda emergencia de China, se ha hecho sentir en los más diversos temas del escenario mundial. En la actualidad, para poder valorar el comportamiento de las diferentes variables y tendencias en el escenario global, es imprescindible el análisis del impacto de China. Con razón, si antes se decía que todos los caminos conducían a Roma, ahora se evidencia que todos nos llevan a China.

De igual modo, China se ha convertido en un muro de contención del hegemonismo del occidente colectivo y un actor líder de la cooperación Sur-Sur. China se muestra como un actor sumamente proactivo en iniciativas que transformen el orden económico y político hegemónico que existe a nivel mundial.

 

- El libro tiene una perspectiva amplia, con líneas de análisis que abarcan prácticamente todos los renglones imprescindibles del desarrollo social de una nación. ¿Pudiéramos decir que el éxito del modelo del gigante asiático responde, en alguna medida, a la manera en que ha logrado llevar a la par cada uno de esos renglones?

El éxito económico de China se debe a que su modelo económico se ajusta a las particularidades del país, a que sus políticas económicas están diseñadas a favor del interés de desarrollo de la nación y no de intereses particulares de determinadas clases y grupos sociales, y a que ponen en el centro de actuación al hombre. El modelo chino es el resultado de la superación del capitalismo y del modelo económico socialista tradicional, el que se caracterizó por una hipercentralización de la actividad económica y por el desarrollo extensivo.

 

-Indiscutiblemente, en los momentos actuales, China tiene un papel definitorio cuando se habla de inclinar las balanzas del poder mundial, concentrado históricamente en el norte occidental. ¿Desde su visión, cómo se avizora el futuro?

El país tiene que enfrentar notables riesgos y acatar complejas tareas en el orden interno y externo, pero sobresalen sus impresionantes dinámicas económica, social, tecnológica, medio ambiental, de seguridad, relaciones exteriores. Por tal motivo, vislumbro a China un futuro optimista, en el que alcance su meta de una modernización integral socialista, que represente un mejoramiento de vida considerable para su población, un fortalecimiento de la nación y un actor de peso en la construcción de un mundo multipolar y un orden económico y social sin hegemonía, justo y de paz.

 

- ¿Cree usted que el ejemplo de China podría significar una apertura hacia la construcción de un mundo multipolar?

La actuación y el ejemplo de China son sumamente significativos en la transición sistémica del orden mundial. A partir de los logros alcanzados, de su actuación comprometida y de sus iniciativas globales, fundamentalmente, la Comunidad de futuro compartido y la Iniciativa de la Franja y la Ruta. China está estableciendo un nuevo patrón de conducta para una potencia en el escenario global, en la medida que está contribuyendo a la formación de un nuevo orden económico y político internacional. De hecho, China se está convirtiendo en uno de los principales gestores de un nuevo orden mundial, en el que va deshaciéndose la unipolaridad y el hegemonismo, a la vez que se va imponiendo y desplegando un orden multipolar, equitativo y justo.

Las relaciones bilaterales, los lazos de amistad y cooperación entre ambos países, permiten vislumbrar que entre China y Cuba existen puntos de contacto. ¿Cuáles cree usted que serían esos puntos esenciales?

Entre China y Cuba existen particularidades que las distinguen, pero existen muchos aspectos comunes, sobre todo en las buenas prácticas por el bien de su población y, por extensión, a toda la humanidad.

Ambos países tienen posiciones muy cercanas tanto en lo que respecta a sus modelos políticos, como a la organización del sistema internacional. Los dos países están inmersos en la construcción del socialismo, sus Partidos Comunistas conducen la orientación política del país, están centrados en su desarrollo económico, en el mejoramiento de las condiciones de vida de su población y en la búsqueda del desarrollo sostenible.

En el plano exterior, los dos países tienen coincidencia en temas tan transcendentales como: la lucha contra el hegemonismo y unilateralismo, la condena al uso de la fuerza y la violación de las leyes internacionales; el papel central de las Naciones Unidas; reclaman el incremento de la participación de los países en desarrollo en la economía y en la proyección de la política internacional, conceden máxima prioridad al desarrollo sostenible y a la integración inclusiva. Los dos países abogan por un mundo más justo y próspero, a la vez que promueven la construcción de un mundo multipolar.

 

Tal y como dijo el autor, «optimista», es la imagen que de China se nos dibuja cuando miramos hacia el futuro. Y ojalá sea de ese modo, porque representa un pilar alternativo indispensable, como impulso necesario, o más bien imprescindible a los sueños de un mundo multipolar, donde se acorten las brechas abismales que ponen siempre en desventaja a los países en vías de desarrollo y concentran en pocas manos las riquezas y recursos materiales.

 

Comentarios

Deje su comentario