

Este libro invita a leer, a sumergirse en historias que, hábilmente construidas, no solo exploran el devenir de los personajes, también, a través de múltiples referencias y asociaciones, ofrecen una visión totalizadora tanto de los hechos como de las circunstancias en que ocurren. El narrador, en esta oportunidad, es un ente activo: a medida que enfoca o discrimina el punto de mira, se convierte en personaje, influyente y manipulador, que apela a nuestra complicidad. Relatos extensos alternan con otros breves, pero todos dentro de esa vocación de profundidad que los distingue
Este libro invita a leer, a sumergirse en historias que, hábilmente construidas, no solo exploran el devenir de los personajes, también, a través de múltiples referencias y asociaciones, ofrecen una visión totalizadora tanto de los hechos como de las circunstancias en que ocurren. El narrador, en esta oportunidad, es un ente activo: a medida que enfoca o discrimina el punto de mira, se convierte en personaje, influyente y manipulador, que apela a nuestra complicidad. Relatos extensos alternan con otros breves, pero todos dentro de esa vocación de profundidad que los distingue
Este libro invita a leer, a sumergirse en historias que, hábilmente construidas, no solo exploran el devenir de los personajes, también, a través de múltiples referencias y asociaciones, ofrecen una visión totalizadora tanto de los hechos como de las circunstancias en que ocurren. El narrador, en esta oportunidad, es un ente activo: a medida que enfoca o discrimina el punto de mira, se convierte en personaje, influyente y manipulador, que apela a nuestra complicidad. Relatos extensos alternan con otros breves, pero todos dentro de esa vocación de profundidad que los distingue
Sala de lecturas
Este libro invita a leer, a sumergirse en historias que, hábilmente construidas, no solo exploran el devenir de los personajes, también, a través de múltiples referencias y asociaciones, ofrecen una visión totalizadora tanto de los hechos como de las circunstancias en que ocurren. El narrador, en esta oportunidad, es un ente activo: a medida que enfoca o discrimina el punto de mira, se convierte en personaje, influyente y manipulador, que apela a nuestra complicidad. Relatos extensos alternan con otros breves, pero todos dentro de esa vocación de profundidad que los distingue