Esta obra se inicia con la narración de los años de la niñez de Oscar Pino Santos, testimonio de cómo surgió y cómo se vivía en aquel enclave imperialista de la United Fruit Company, y termina con la exposición de sus vivencias durante una  estancia de siete años, como embajador, en la República Popular China. Se describe la formación ideológica (marxista-leninista) del autor cuando apenas salía de la adolescencia, su carrera periodística en medio del proceso de luchas del pueblo cubano contra una sangrienta tiranía y la manera en que participó en los inicios de una de las reformas agrarias más radicales de la era contemporánea. Los dos temas primordiales que conforman la obra —la Revolución cubana y la china—solo resultan unidos por su carácter autobiográfico, sin el más mínimo empeño en establecer comparaciones. Se habla, además, del papel histórico de Fidel Castro y de la esencia del proceso revolucionario cubano.