La pandemia de COVID-19 ha supuesto, entre otras cosas, un parteaguas en el devenir global. Desde el punto de vista económico, la recesión que ha generado impone pensar ajustes importantes de cara a una resiliencia que no parece conseguirse en corto margen
temporal. La situación, agravada por un orden mundial que la mayor potencia imperial conocida en la historia quiere mantener a toda costa
conservando su hegemonía, es mucho más compleja para los llamados «países en desarrollo». Cuba, en particular, afronta la hora, con la satisfacción de una efectiva política en el manejo de la crisis pandémica y de la tremenda hazaña conseguida con más del 90 % de su población vacunada con robustas vacunas elaboradas por nuestros científicos y producidas con nuestros esfuerzos; pero en lo concerniente a su recuperación económica, transita por un momento muy difícil. La pandemia llegó en medio de transformaciones diversas que el país venía diseñando e instrumentalizando desde antes para robustecer una economía marcada por la debilidad, dados problemas de orden interno y externo, y, fundamentalmente, por un brutal bloqueo económico y financiero sostenido por los EE. UU. durante más de sesenta años y recrudecido, incluso, durante el trance epidemiológico. Autoridades académicas de la Universidad de La Habana en este volumen exponen resultados de investigación y consideraciones en torno a problemáticas económicas cruciales, para trazar un mapa del estado actual de la economía cubana pospandémica, valorar aciertos y proponer nuevas medidas y correcciones de políticas.